LANGTANG TREK

Pensabais que con 18 días de trekking por el Himalaya tendríamos bastante?
Pues, nosotros no teníamos nada planeado, pero en los días en Pokhara nos dimos cuenta de que nos habíamos quedado con ganas de ver algo más. Entre todas las posibilidades nos llamaba mucho la atención el Valle de Langtang. Y en un abrir y cerrar de ojos nos encontramos en un autobús con destino Dunche. 
Los pueblos y los senderos de este valle son de los más afectados por el terremoto de 2015, de hecho durante muchos meses se cerró la zona a los turistas , ya que ni los senderos estaban abiertos, ni las viviendas estaban en pié. 
Ahora, no solo se han vuelto a construir los pueblos, sino que el valle es uno de los destinos más frecuentados por los senderistas, aunque no está masificado como el Annapurna.
Nuestros primeros días nos llevan al lago sagrado Gosaikunda, en dos etapas muy duras y con mucho desnivel, pero que ya nos regalan increíbles vistas a las montañas. En uno de los pueblos encontramos una quesería y compramos queso de yak: con los panes que hacen por aquí, los chapati, está muy rico.

La quesería de Sin Gompa, queso de yak conocido en todo Nepal



En el lago pasamos los dos una mala noche: estamos a 4300 metros y el mal de altura no nos deja dormir bien. Pero el entorno merece todo esfuerzo y los dueños, como todos los lugareños que encontramos, son muy amables y siempre tienen una sonrisa para nosotros. 


Vistas a las montañas de Tíbet, la frontera está a muy pocos kilómetros


Pleno día y el agua sigue congelada


En los siguientes días, volvemos a bajar hasta el principio del valle, a orillas del río  y lo seguimos en unos bosques preciosos, llenos de bambú, decenas de pajaritos y de ruidosos monos. No tenemos la suerte de ver a uno de los animales símbolos del parque, el Panda rojo…por lo visto es bastante tímido…

Lodge Riverside, bonitas vistas, buenas tartas, lástima que no le dé el sol en todo el día



Cuando el valle se vuelve a abrir un poco, otra vez tenemos delante altas cimas, como el Langtang Lirung, pero también empieza otra vez a hacer frío. Menos mal que todos los lodges de por aquí tienen buenas estufas en los salones y placas solares para calentar el agua. Algo que nos sorprende y nos encanta de este trekking es que aquí faltan muchas de las comodidades que encontrábamos en Annapurna. No siempre hay corriente, por supuesto no hay wifi, los únicos caminos entre un pueblo y otro son los que nosotros hacemos, no hay coches ni motos y los lodges se abastecen con la ayuda de mulos y burros. Esta autenticidad es lo que nos faltó un poco en el trekking anterior, por eso disfrutamos muchísimo de estos días.




Las últimas etapas nos llevan a los pueblos mas altos del valle, Langtang y Kyanjin Gompa, los dos completamente destruidos hace tres anos y ahora intentando volver a la normalidad. 
No nos resistimos a subir un pico de 4770 metros al lado del pueblo, el Kyanjin Ri, que nos cuesta más de lo esperado, pero es que las piernas han llegado a su límite. 



El pico nevado de la izquierda es el Langtang Lirung, 7227 metros





La vuelta nos lleva dos días, con un pequeño desvío hasta Syapru Besi, el pueblo desde el que cogemos el autobús de vuelta a Katmandú. Como suele pasar en estos viajes, conocemos a una pareja de españoles que está haciendo un trekking parecido al nuestro, al final de su largo viaje por el mundo, con los que compartimos varias tardes de charla. 



Estamos encantados de haber tomado la decisión de seguir disfrutando del Himalaya, pero ya tenemos muchas ganas de pedalear, así que aquí termina nuestro paso por Nepal…nos vemos en nuestro próximo destino!!!!