CARRETERA AUSTRAL SEGUNDA PARTE

Entramos al pueblo de Coyhaique en un día precioso y tranquilo y tenemos la suerte de encontrarnos con Boris, dueño de la casa de ciclistas, que nos indica donde ir. Nos dice que quedan un par de sitios libres para armar las carpas en el jardín (justo lo que necesitamos). Al llegar nos damos cuenta que no vamos a tener mucha intimidad ya que hay mas de 30 personas conviviendo. Nos quedamos 4 días y aprovechamos para lavar la ropa, hacer la compra, sacar dinero y divertirnos mucho con todos los ciclistas que pasan por aquí. 

A ver como cabemos...

Con un poco de pena y sin ninguna prisa seguimos dirección sur; a partir de aquí empezamos a notar que las temperaturas bajan bastante por la noche y llueve mucho más.
A la llegada a Puerto Rio Tranquilo nos separamos de nuestros compañeros, Lucy y Alberto , esperando verlos más adelante, ya que tenemos la oportunidad de caminar por el Glaciar Exploradores y no podemos dejarla pasar.
Es una experiencia increíble, disfrutamos mucho con esta excursión y además los guías nos invitan a pasar la noche en su casa.




En el fondo Cerro Castillo, que se resiste a dejarse ver

Acampar en la Carretera Austral es levantarse así...

A orillas del Lago General Carrera, que tiene unos colores impresionantes pero nos decepciona un poco porque es inaccesible.

Que buena y que pura está el agua aquí



En el glaciar Exploradores



Primera experiencia con crampones, emocionante!!!



Estamos en la carretera austral y el tiempo se encarga de recordárnoslo: tenemos un par de días de lluvia que nos dejan empapados y helados. Pero tenemos la suerte de compartir refugio con dos chicos italianos y un argentino (un grupo muy divertido) y, además, por la mañana vivimos una experiencia dificil de olvidar. 
El camino nos lleva a Cochrane,  donde volvemos a encontrarnos con un grupo de ciclistas que conocimos en Coyhaique (a partir de este momento nos iremos encontrando y pasando varias veces hasta villa O'Higgins).

El Río Baker nos acompaña unos cuantos kilómetros

En la confluencia del Baker y el Nef, un espectáculo magnífico


En Coyhaique compramos una caña...ya veremos si comemos pescadito...