LAS MONTAÑAS DE COLORES

Por fin llegamos a Chile, aunque solo será para unos días antes de pasar a Argentina. En San Pedro buscamos a Guillerme y Katia, anfitriones Warmshowers, porque hasta los camping nos parecen demasiado caros; la verdad es que la diferencia con Bolivia se nota en seguida. En su casa hay 7 personas más, una familia luso-suiza y un chico brasileño viajando en bici y dos amigos del dueño de la casa, pero no dudan en dejarnos montar la carpa y quedarnos con ellos. El cambio de clima es radical y cuesta un poco aguantar el horrible calor que hace aquí. Visitamos el Valle de la Luna, en el desierto de Atacama, pero el calor no nos hace disftrutar del lugar como deberíamos. El 31 de diciembre vamos con nuestros compañeros a Laguna Cejar. Es un pequeño lago en medio del desierto en el que flotas por el alto contenido de sal. Nos bañamos y lo pasamos muy bien, pero al final del día estamos quemados, porque el sol es tremendo. Decidimos salir a cenar para celebrar fin de año, pero no contábamos con los precios exageradamente altos de un pueblo tan turístico como es San Pedro. Terminamos cenando con una pareja de señores franceses que están de viaje por Sudamerica. Estamos tan cansados que a las 23 y media ya no podemos esperar más y nos vamos a dormir. 
Cómo es uno de enero, descansamos un día más preparando la subida de mañana y comprando mucha comida, que hará falta. Lucas aprende a hacer flores de macramé...
Al día siguiente todo está listo y, aunque tarde, salimos dirección paso Jama. Pero la suerte no nos acompaña y Lucas pincha. Cambiamos la cámara pero no conseguimos inflarla. Después de un buen rato intentándolo se nos ha hecho muy tarde y ni siquiera hemos empezado la subida. Decidimos volver atrás y en el taller en el que trabaja, Guillerme nos dice que lo que está roto es la bomba. Nos quedamos un día más en su casa. 



Valle de la Luna


Flotando en Laguna Cejar

Concentración...


Hoy sí salimos de San Pedro y empezamos a subir. A 10 km del pueblo la carretera empieza a tener unas pendientes muy duras y en todo el día conseguimos hacer 36 km, marcando una velocidad media de 4,3. Divisamos una caseta de obra en medio de la puna y decidimos que puede ser un buen refugio para la noche. Pasamos bastante frío, y es que estamos a 4000 metros y el viento no deja de soplar fuerte. Por la mañana nos quedan un par de horas más para llegar a la frontera boliviana y después la carretera vuelve a tener pendientes menos prohibitivas. Los paisajes se vuelven cada momento más bonitos, muy parecidos a los del parque Avaroa en Bolivia. Pasamos por varias lagunas, desiertos, salares y montañas de colores. Pero no hay ningún refugio y decidimos intentar llegar a la frontera, para ver si podemos dormir calentitos. Antes de llegar pasamos por el punto más alto del puerto y de nuestro viaje en bicicleta: 4800 msnm. Conseguimos llegar a Paso Jama al anochecer y, después de pasar los tramites de migración, nos quedamos en la casa de la policía de frontera, con un colchón y calefacción. 
Lo que pensabamos sería un día fácil se convierte en una pesadilla. La bajada tan esperada nunca llega y tenemos viento en contra todo el rato. Es muy duro y frustrante pedalear con todas tus fuerzas y ver que los kilómetros no pasan. Al final del día estamos muertos, pero en Susques conseguimos dormir en el colegio y descansamos bien. 
A partir de aquí cogeremos la famosísima ruta 40, que nos llevará a través de todas las privincias del norte de Argentina, donde pensamos comer mucha carne y quitarnos el frío de encima por unos días.


El refugio



No lo pone pero estamos a 4800..