SUPERANDO RETOS

El primer día después del descanso en Huaraz es corto y no muy duro. Subimos unos 600 metros hasta el pueblo de Catac. Aquí esperamos que el alcalde nos de permiso para acampar en una de las salas de la municipalidad y mientras tanto charlamos con una simpática mujer que, entre otras cosas, vende chochos (altramuces) en su puesto en la calle. 
La mañana siguiente sabemos que nos espera un día muy largo, por eso salimos a las 6 y media. Hace más frío que nunca y estrenamos nuestros gorros y guantes de lana, de los que creo no nos separaremos muy pronto. Hace un día estupendo, sin una nube y al mirar para atrás vemos una buena parte de la Cordillera. En Conococha paramos a comer un bocadillo de queso y tomamos un mate de coca para afrontar la subida a un puerto de 4300 metros. Hemos entrado en una zona minera en la que los pocos pueblos que hay son más bien alojamientos para los trabajadores de las minas y en la carretera casi sólo se ven camiones. Llegamos a Pachapaqui y dormimos en un hospedaje en una habitación con 10 camas (por suerte no hay nadie más). Estamos a 3900 metros y por la noche hace un frío increible. 

Primer día de frío de verdad


Laguna Conococha


Llega el tan esperado día en el que sabremos si podemos o no con la montaña peruana: hoy nos espera un puerto de 4720 msnm. Como siempre las pendientes no son muy duras y las vistas dejan sin palabras. No tenemos mucha suerte con el tiempo y se va nublando poco a poco pero estamos muy contentos porque el mal de altura no aparece. En la bajada hacia Huallanca nos congelamos, empieza a caer alguna gota de lluvia y el viento hace que nos duela todo el cuerpo. Por si no bastara nos encontramos con un grupo de perros (son muy agresivos por aquí y suelen atacarnos) y en un segundo uno de ellos muerde la rueda delantera de Lucas, pinchandola y rompiendo también la cubierta. 
Llegamos a Huallanca más pronto de lo previsto y seguimos hasta el siguiente pueblo, La Union, donde montamos la carpa en una sala de la parroquia. Son las fiestas del pueblo y hay corrida de toros y peleas de gallos. Damos una vuelta y compramos víveres para los días siguientes pero como siempre a las 8 caemos rendidos en nuestros sacos de dormir.
Por la noche cae una fuerte tormenta y el día amanece nublado. Salimos pero casi en seguida se pone a llover. No es una lluvia muy intensa pero sí muy molesta y así sigue todo el día. Comenzamos a subir el río Marañon (uno de los que forman el Amazonas) y paramos a comer trucha. Ya empapados llegamos a Chavinillo. Paramos en el primer hotel que vemos para ducharnos con agua caliente y descansar. A pesar de nuestros deseos el día siguiente sigue lloviendo. Después de una subida de 15 km en la que pasamos al lado de la famosa Corona del Inca, empezamos la bajada hacia Huánuco. Son los 45 km más fríos que hemos hechos nunca, sólo llegando a la ciudad la temperatura sube un poco. En Huánuco nos esperan Midori y sus padres, con los que nos quedaremos unos días para recuperar las fuerzas y algún kilillo, gracias a la espectacular comida de la familia. Desde aquí queremos agradecerles todo lo que han hecho por nosotros.

A 4000 y subiendo

Helados pero contentos




Una de las muchas minas de esta zona

Y llueve...


Corona del Inca

¿¿¿Será verdad???