GARGANTA ARRIBA, GARGANTA ABAJO

Montañas rojas, verdes y blancas, bosques de cedros, lagos, ríos que corren en cañones y oasis en medio del desierto...esto es lo que hasta el momento nos ha sorprendido más durante este viaje: Marruecos no es para nada como lo esperabamos, es mucho mejor!!! En nuestras próximas etapas descubrimos un mundo hecho de pequeños pueblos color tierra enclavados en el Alto Atlas y ríos que se han abierto paso entre la roca dandoles unas formas muy peculiares. La subida al valle de las Gargantas del Todra nos deja con la boca abierta. La carretera está en bastante buen estado y las paredes de roca llenas de escaladores saludando desde lo alto, nos protegen del sol. Una vez arriba encontamos una kasbah y decidimos probar que tal...es la habitación más bonita hasta ahora, un poco cara pero nos lo merecemos!!!

La primera parte de carretera desde Tinghir es muy empinada, pero arriba se ve todo el palmeral de la ciudad.


El principio de la parte más estrecha de las Gargantas



En los preparativos habíamos hablado de la posibilidad de coger un camino de tierra que cruza las montañas para conectar este valle, en concreto el pueblo de Tamttatouche, con el valle del Dadés y M'smerir. En el hotel en el que nos quedamos nos confirman que hay un camino, pero, nos dicen, está en mal estado. Nos hacemos los valientes y lo cogemos. El paisaje es espectacular, pero eso es lo único positivo de todo el día... tenemos que empujar la bicicleta en el lecho de un río, que se ha llevado la carretera, durante más de 20 km, de los cuales 15 son cuesta abajo. Acabamos realmente exhaustos.


La primera parte de camino es bastante buena...

Encontramos muchas cuevas en el camino, cuyos habitantes corren hacia nosotros (casi siempre con niños) para pedirnos limosna o comida.

Los kilómetros más duros del viaje...y yo encima me caigo, aunque por suerte no me hago más que algún rasguño...


Al día siguiente retomamos el asfalto y cruzamos el valle de las Gargantas del Dadés, menos espectaculares que las de Todra, pero igualmente bonitas.


Selfie un poco torcido entre las gargantas del Dadés



La famosa cuesta a zig zag que hacemos para abajo...


Desafortunadamente, un Warmshower que habíamos contactado en Boumalne Dades nos deja tirados y, siendo la primera vez que nos pasa eso, estamos decepcionados. 
Menos mal que esta parte está llena de hoteles y, regateando un poco, conseguimos una habitación a muy buen precio. 
Estamos otra vez en la carretera principal que lleva a Ouarzazate, pero la dejaremos muy pronto para cruzar por última vez las montañas del Alto Atlas.